Mercedes Benz abrirá una fábrica de reciclaje de baterías.
Mercedes Benz abrirá una planta para el reciclaje de baterías, creando un ciclo de vida cerrado para estas y al mismo tiempo minimizando la huella contaminante que trae la fabricación de coches eléctricos de la marca.
Uno de los componentes más
importantes y característicos de un coche híbrido o eléctrico es la batería. Ya
bien sea por el coste de esta y también por la huella contaminante que deja atrás
al producirse. Ahora, una forma para contrarrestar esto último es el reciclaje
de estas baterías. Por ello, Mercedes Benz abrirá una nueva fábrica especializada
en reciclaje de baterías en Kuppenheim, en el sur de Alemania. Las baterías se
reciclarán y permitirá también la creación de baterías para coches eléctricos
mucho menos contaminantes, todo esto llevando al objetivo de crear un ciclo
cerrado para las baterías en los vehículos eléctricos Mercedes Benz.

La fábrica de reciclaje, de unos 7.000 metros cuadrados, comenzará con sus primeros trabajos a finales del 2023. La planta piloto tendrá una capacidad de 2500 toneladas y contribuirá a la producción de más de 50.000 módulos de batería para nuevos vehículos eléctricos Mercedes Benz. Las baterías recicladas provendrán de vehículos de prueba y baterías de puesta en marca. Dependiendo del éxito de esta planta, los volúmenes de producción podrían aumentarse a mediano o largo plazo.
La planta de Kuppenheim funciona con una operación neutra de CO2, utilizando energía solar y verde. Su construcción está siendo cofinanciada como parte de un proyecto de investigación científica por el Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima.
Previsto para el año 2024, se establecerá otra planta piloto para hidrometalurgia. Con ella se pretende recuperar de forma sostenible el níquel, el litio y el cobalto de las baterías usadas, todos estos siendo materias primas de limitada disponibilidad. Según Mercedes, el 96% de los materiales de las baterías antiguas se podrán recuperar y gracias al método de hidrometalurgia, las emisiones de CO2 de una batería reciclada son unos 70% inferiores.